Creencias, ¿las usas para quererte o para hacerte daño?

Todo lo que queda del 2022 voy a intentar compartir en los siguientes posts un poco sobre mis experiencias personales en relación a los temas que he preparado para el programa MAC, y como me han cambiado la vida.

Este programa voy a trabajarlo con las personas que quieran durante todo el 2023, enfocándonos cada mes en un tema en concreto.

A Enero le toca las creencias limitantes vs las creencias potenciadoras, en definitiva, LAS CREENCIAS.

Yo hasta hace poco y durante muchos años creí que era una mala hija, mala madre, mala hermana, mala amiga, mala trabajadora, mala pareja, y no lo digo para hacerme la víctima, antes sí me la hacía, pero ahora ya no, aunque ese papel muchas veces quiera volver, pero eso la cuestión es que me lo creía desde lo más profundo de mi ser y por tanto, si era eso lo que creía, era eso lo que sentía y por tanto, mi vida se movía desde ese lugar, el hacerme daño a mí misma desde mi interior.

Me culpaba a mí por no saberlo hacer mejor pero también culpaba a los demás por cualquier motivo, porque siempre estaba buscando pues eso, culpables. Unas veces porque te hacen creer que el otro es el malo y otras porque les conviene hacerte creer que tú no sabes, que hay algo malo en ti y siempre te acabas moviendo en esos dos escenarios, es decir, o en el escenario de que los demás son los malos o en el escenario de que hay algo malo en ti.

Pero ¿cuál es el problema de eso? que mientras estás culpándote o culpando a los demás, es muy difícil para no decir imposible, enfocarte en ti y en lo que tú deseas realmente.

Y así es como nos pasa el tiempo, ese que nunca vuelve y del que después nos arrepentimos por no haberlo usado más desde el amor y no tanto, desde el odio, hasta que un día te das cuenta que vivir desde ahí no te aporta nada y empiezas a preguntarte si es que quizás no hay otra forma de caminar y vivir tu vida.

Pos eso cuando llegué a esa conclusión, hice el camino hace atrás y me di cuenta que todo empezó en lo que yo creía, si mis creencias eran negativas, mi vida se tornaba negativa, en cambio cuando empecé a trabajar en ellas, todo cambió y veía con otra mirada mucho más consciente y amorosa todo lo que me pasaba.

Los “malos” dejaron de ser malos y pasaron a ser, “personas que hacen lo que mejor saben y pueden con lo que tienen”, igual que hacía yo y eso fue lo que me ayudó a no culparme a mí y a no culpar a los demás.

No es un camino fácil, no es un camino milagroso ni exento de piedras, pero es un camino que escogí para empezar a andar si quería salir de ese laberinto en el que estaba y que solo me hacía daño.

Pero ¿qué necesitaba para empezarlo? trabajar en mi autoestima, empezar a andar desde el amor a mí, no porque me creyera mejor que nadie, sino porque llegué un punto en que sentía que no estaba viviendo mi vida conectada con mi verdadera esencia, no sabía quién era y tampoco si lo que sentía estaba bien porque estaba continuamente creyendo que había algo malo en mí y me di cuenta que o lo hacía yo o ese camino de soledad iba además a ser muy frío y sombrío…luego te vas dando cuenta que no estabas tan sola, ni que nadie tiene que amarte incondicionalmente, ni necesitas el apoyo de nadie, y también te das cuenta que la vida siempre está ahí sosteniéndote, por tanto, solo me quedaba hacer las cosas por amor a mí y empezar a cambiar mi mente para que trabajara a mi favor.

Y para eso necesitaba cambiar mis creencias y trabajar en ellas, y eso vamos a hacer este mes de enero si quieres que te acompañe.

Escríbeme si quieres hablar más sobre el tema o quieres una sesión de valoración gratuita para ver si podemos trabajar junt@s.