Cree en ti.

Aunque nadie lo haga, te va la vida en ello.

Para emprender hay algo que tienes que tener muy interiorizado.

Necesitas creer en ti para hacer que tus sueños se hagan realidad. 

Quizás creerás que creer en ti significa ser egocéntrico o narcisista, pero más lejos de la realidad.

Asumir tu propia vulnerabilidad te hará más fuerte, aceptar tu autenticidad también.

Creer en ti es simplemente conocerte, saber cuáles son tus fortalezas y tus debilidades. No porque tengas debilidades significa que no te merezcas el sueño que tienes en mente.

Creer en ti, te permitirá luchar por esa voz que tienes dentro de ti que te está diciendo constantemente que tú vales. Seguro que hay algo en lo que tú eres muy buena o bueno. 

Quizás lo hayas aprendido porque tu vida te habrá llevado a superar cosas que ni te imaginabas. Ahí habrás adquirido unas habilidades que seguro pueden ayudar a los demás. 

Ahí estará tu sueño.

Seguro que esa voz que te susurra constantemente, está siendo acallada por la mente. Esa mente miedosa que siempre tiene la excusa perfecta para no seguir adelante, porque ella prefiere tenerte en la zona de confort.

Esa mente no te quiere feliz, te quiere solamente viva. 

Sólo tienes que agradecérselo y decirle que simplemente quieres llegar al día final de tu vida sin tenerte que arrepentir de nada.

Tienes que ser consciente de tus creencias limitantes, para trabajar con ellas y así, poder sentirte segura de ti misma. Eso no es malo, no duele, lo que le duele a tu alma es que la estés ignorando constantemente. 

Quizás hayas caído en alguna adicción porque temas enfrontarte a esas creencias, o simplemente, en la conducta de la crítica constante a cualquier cosa exterior que definas como negativa para ti.

Creer en ti es responsabilizarte de ti misma, de tus sueños, trabajar con tus creencias limitantes, tomar acción, aunque sea imperfecta y empezar a sentirte viva de verdad.

Ojalá tus sueños se hagan realidad. Te aseguro que eso es amarse a una misma, respetarse y dignificarse.

De todas formas aunque no estés emprendiendo tus sueños, eso tampoco significa que tu vida esté mal, sólo intento decirte que seguirlos tampoco es nada malo. 

Al menos no permitas que nadie te diga que no te mereces vivir la vida con la que sueñas. 

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *