• El arte de comprar o invertir en ti.

    Compras o inviertes en ti?

    Después de unos días absorbiendo información de todo tipo, he llegado a una conclusión, que como siempre surge desde la mayor humildad posible. Pero para esto creé la web, para poder ser sincera y compartir mis pensamientos, acertados o no.

    A lo que iba, hay muchas empresas, para no decir casi todas que pretenden convencerte, persuadirte y quién sabe, hasta engañarte para que compres o utilices sus servicios.

    Por eso las técnicas de neuromarketing están en auge. Ahora más que nunca crece la necesidad de vender porque estamos todos vibrando en miedo, por lo que vendrá, por lo que ya hay o por lo que pasó.

    Hay métodos de venta que ni lo dirías pero que sólo están diseñados exclusivamente para vender y hacerte gastar tu dinero y ni lo vemos porque estamos enfocados sólo en lo que venden y exclusivamente en lo que ellos pretenden que veamos.

    A veces, no somos conscientes que los productos van en un envoltorio tan bonito que no nos dejan ver lo que hay realmente en su interior.

    Quizás es un cosmético, una prenda de ropa, un coche, acciones, cursos, etc.

    Cualquier cosa que exista o te puedas imaginar las empresas que lo venden sólo están haciéndote creer que lo necesitas. Te están persuadiendo con técnicas de neuromarketing para convencerte que con ese producto tu vida será mejor o serás más guapa o más inteligente o más rica, aunque paradójicamente, te digan que gastando también te puedes hacer más rica.

    El tema visto desde la autoestima creo que sería; para qué compro lo que compro?, desde dónde lo compro?, desde qué lugar voy a gastar mi dinero? desde la carencia o desde el sentimiento de abundancia?.

    Es porque creo que sea lo que sea que compre me hará más guapa, más inteligente o más rica porque no lo soy suficientemente? o quizás es porque realmente necesito esa prenda o si hago ese curso será para crecer de alguna forma?.

    Hay algo que creo que casi todas las empresas olvidan y es que nos ven a los consumidores como “entes” sin capacidad de decisión, susceptibles de ser manipulados y hasta engañados.

    Y creo que no hace falta decir que con una sana autoestima, seremos nosotras las que decidiremos si queremos gastar nuestro dinero o no. Seremos suficientemente fuertes como para saber cuando alguien nos está engañando para quitarnos nuestro dinero o para ofrecer algo realmente bueno a cambio de él. Que ese producto o curso que nos ofrecen es algo beneficioso para nosotras.

    Si consumimos desde una sana autoestima, no estaremos consumiendo, estaremos muy probablemente invirtiendo, invirtiendo en una misma, porque nosotras apostamos porque lo que vamos a gastar nos hará bien, no porque nos hará mejores al creer que hay algo mal en una misma.

    Ya somos mejores, cada día somos las que creamos una mejor versión de nosotras mismas, sin necesidad de que alguien externo nos diga cómo o qué hacer.

    Nadie mejor que nosotras sabemos qué necesitamos en cada momento.

    Y no digo que las empresas no ofrezcan buenos productos o cursos o lo que sea, sólo digo que quizás a algunas empresas lo que les hace falta es un poco de humildad y empatía. No ver a sus consumidores como cifras, verlas como realmente somos, personas. Igualitas que ellas.

    Además si un producto es bueno, se va a vender solo porque sencillamente la gente que no se deja manipular lo va a querer, porque verá los beneficios que proporciona.

    Creo que lo único que realmente necesita una empresa con esos valores es alguien que sepa transmitir lo que realmente vende, sin trampa ni cartón.

    Creo que la verdadera función de un copywriter o un redactor de contenidos debería ser el cristal por el que el cliente pueda ver lo que es verdaderamente la empresa en la que va a gastar o invertir su dinero.