• 5 Formas de conectar con tu interior

    1.- Aprender a gestionar nuestras emociones.

    Gestionarlas no significa no aceptarlas, sino aprender a integrarlas para que de esa forma no nos condicionen y no nos afecten en nuestro día a día.

    Sabemos que nuestras emociones son muchas veces las consecuencias de nuestros pensamientos.

    También sabemos que nuestros pensamientos son las consecuencias de nuestras creencias.

    ¿Cómo podemos conseguir que esas creencias nos afecten de la menor forma posible?

    Hay un ejercicio que está basado en el libro «El camino del artista» de Julia Cameron. Se trata de escribir antes de salir de la cama mínimo tres páginas de cualquier pensamiento que nos venga a la mente.

    Beneficios: Vaciaremos la mente de problemas y asuntos recurrentes, que están en nuestra cabeza y que en ese momento parece que no tienen solución.

    Pero, ¿sobre qué escribir? Sobre cualquier cosa, da igual sin salen insultos, malas palabras, emociones negativas, etc. la cuestión es sacarlo de nuestra mente para empezar el día mucho más livianos.

    No se lo enseñes a nadie, no lo releas. Solo es algo para ayudarte que esos pensamientos salgan y no te generen emociones más tarde que tarde o temprano no sabrás gestionar.

    2.- Cuida tu cuerpo físico.

    Es algo que debes leer a diario, pero la importancia de una buena alimentación, así como algo de ejercicio físico es imprescindible para nuestra mente. Estírate, camina, haz un poco de ejercicio, siempre bajo supervisión médica si estás enferma o enfermo.

    La cuestión es venerar el cuerpo que habitas, cuidándolo, mimándolo y también regalándote algún capricho de vez en cuando, no se trata de que lo castigues porque no te guste, sino todo lo contrario, se trata de que lo cuides porque lo amas.

    3. Trabaja con tus creencias limitantes.

    Cómo decía en el punto 1, hay creencias que te condicionan, pero también hay otras que te impulsan y te ayudan.

    Las creencias limitantes afectan y modifican nuestra vida, pero si no te paras a observarlas, ellas siempre van a mandar.

    Por lo que respecta a dichas creencias, estas también tienen mucho impacto en nuestra autoestima.

    Las creencias y el miedo. Tenemos miedo al rechazo, pero ese miedo no responde a verdades sino a algo que en algún momento te creíste.

    Si tienes miedo a que te rechacen puedes confiar en la vida, porque si no te quieren es que hay algo más grande que te espera, además ya te quieres tú. El amor no se alimenta de necesidad, sino de compartir tiempo.

    En conclusión, las creencias se CONSTRUYEN.

    Si quieres cambiar tus creencias puedes ir al post que escribí hace poco.

    Construye una frase con tus palabras, de lo que quieres en tu vida y formúlala en presente. Te comparto 3 formas de consolidar nuevas creencias:

    .- Repítela mentalmente.

    .- Repítela delante del espejo.

    .- Repítela escribiendo (la que mejor me funciona a mí).

    4.- Medita.

    Soy consciente que con el ritmo frenético que tenemos en nuestro día a día cuesta mucho buscar un momento y un espacio para hacer silencio e intentar aquietar nuestra mente, pero con voluntad se puede encontrar ese instante.

    No es cuestión de evitar cualquier pensamiento, si hacemos eso, todavía llegarán con más fuerza, se trata simplemente de ser conscientes de dichos pensamientos e imaginarlos como si fueran pájaros que se posan en las ramas de los árboles y se van.

    Si aprendemos a hacer eso, estamos ayudando a la mente a descansar y por tanto, daremos ese respiro a nuestras emociones también, entrando en un estado de paz y tranquilidad.

    5.- Cartas de cierre de etapa.

    Si sientes que se ha cerrado una etapa o quieres cerrarla porque o bien la has acabado tú o se ha terminado sin ser ese tu deseo te irá bien a nivel inconsciente para generar la apertura a cambios que salgan de esa zona estancada en tu vida.

    El ejercicio se trata de escribir tres cartas; una a la situación, la otra a la persona y la otra a la relación o la etapa que quieras cerrar.

    Las cartas solo son para ti, no hay que dárselas a nadie para que las lea. Existen tres tipos de carta que tienes que hacer:

    Carta 1.- En esta carta escribes todo lo que pasaba con esa relación, todo, todo. Escribe todo lo que te apetezca, lo bueno y lo malo y también las razones por las que acabó la relación.

    Es la carta de desahogo, escribe todo lo que te hubiera gustado decirles a esas personas con las que se acabó la relación.

    Carta 2.- En esta carta escribes todo lo que tienes que agradecer a esa relación, situación o persona. Aunque no lo creas siempre hay algo que agradecer, solo tienes que buscar bien.

    Esta es la carta de agradecimiento, da gracias por todo lo que te aportó la experiencia a cualquier nivel.

    Carta 3.- En esta carta escribes como te gustaría que fuera esta relación o situación en el futuro. Incluso si no quieres que exista la relación también lo escribes ahí.

    Esta es la carta de como ves el futuro en la relación a esta situación.

    Con estas tres cartas se hace un buen cierre de etapa y de esta forma tu mente dará por cerrada esta etapa, viéndola con agradecimiento.

    Espero que puedas implementar en tu vida alguna de estas herramientas y disfrutar del proceso.

    Ya sabes si necesitas acompañamiento escríbeme y te informo sin compromiso.

  • No dejes que nadie te duela.

    Te mereces lo mejor, nunca permitas que nadie te diga lo contrario.

    Me gustaría dejar claro que no pretendo aprovecharme de nadie, ni de su dinero, ni de su falta de autoestima.

    Realmente a lo que me he comprometido es a compartir de la mejor forma que sé herramientas o pensamientos, o lo que sea para que las personas tengan una sana autoestima.

    Una sana autoestima no es lo mismo que ser egoísta o narcicista, no.

    Pero si tienes una baja autoestima, ten por seguro que alguien lo va a intuir, quizás hasta lo atraigas tú misma/o porque inconscientemente tú necesitas un abusador para que veas que realmente tienes una baja autoestima y hagas alto al respecto, pero éste es otro tema.

    Lo que me gustaría dejar muy claro hoy es ésto, no es que yo me crea mejor que tú en nada, no sé nada. Sólo sé lo que he vivido y aunque sé que hay gente que ha sufrido mucho más que yo, he entendido que o tienes una sana autoestima o habrá parcelas en tu vida que no van a funcionar y vas a sufrir inútilmente.

    Pero como nos han metido en la mente que es difícil ser felices o que no tenemos derecho a todo, lo aceptamos y nos resignamos, mientras, quienes pueden se van a aprovechar de nosotra/os.

    Cuando en realidad, sí que tenemos derecho a ser felices, sí tenemos derecho a disfrutar de la abundancia y la belleza de la vida.

    Así que tendrás personas a tu alrededor que te van a hacer daño, se van a aprovechar de ti, a cualquier nivel, quizás económico, quizás personal, laboral, no sé.

    Habrá personas que lo único que querrán de ti es tu dinero, o tu cuerpo, o tu inteligencia, o tu tiempo.

    Pero esas cosas somos nosotros, sólo nosotros podemos decidir a quién se lo entregamos, pero por elección propia, no porque mendiguemos migas de eso que nos hacen creer que nos dan.

    Vamos a pagar un alto precio si no tenemos una autoestima sana, porque creemos que sólo merecemos poco y no es verdad. Nos lo merecemos todo, como nosotro/as damos a los demás.

    Lo peor es que de todo esto te das cuenta con el paso de los años, cuando puedes salir del pozo en dónde estés inmerso/a.

    Nos resignamos a quedarnos ahí, a oscuras, mientras creemos que nos vendrán a rescatar, pero no, o nos queremos de verdad y hacemos lo que sea para salir de ese pozo y disfrutar del campo nosotras mismas o nadie nos va a sacar de ahí, sólo nos tiraran algún cable que creeremos nuestra salvación, pero muy probablemente, solo será una soga más en el cuello.

    Y este es mi compromiso. Por eso mi obsesión con que todos tengamos una sana autoestima, para que nadie se pueda aprovechar, porque sencillamente, no es justo.