Significado emocional de los alimentos. Los alimentos te aportan más de lo que imaginas.
Los alimentos te aportan más de lo que imaginas.
Ayer te recomendaba que hicieses una lista de lo que comías y de las emociones o sensaciones que tenías antes de comer eso que te apetecía tanto.
En la siguiente lista quizás puedas encontrar ese alimento que suelas comer con mayor cantidad y el significado de porqué motivo inconsciente tienes esa necesidad por comer ese tipo de comida en especial.
• ALIMENTOS DULCES: Son la representación de mamá, la necesidad de su amor. El consumo o antojo excesivo de dulce habla de la sensación de falta de cariño, ternura, apoyo o “apapacho” en tu vida. Esta falta de amor o apapacho puede venir de ti mismo o de mamá.
• ALIMENTOS CRUJIENTES: hay algo en tu mente, tus emociones o tu vida que no has terminado “de masticar”, es decir, algún pensamiento, emoción o hecho que no terminas de entender o asimilar y que muy probablemente te cause enojo, resentimiento o frustración. La mandíbula y las muelas son zonas del cuerpo que guardan emociones de ira, enojo y resentimiento.
• ALIMENTOS SALADOS: Representan a papá, la fuerza para ir al mundo que te viene de él. El antojo de cosas saladas habla de falta de diversión, inspiración o motivación en alguna área de tu vida, es decir, “le falta sal o sabor” a tu vida o tu vida no es lo que tú esperabas.
• CHOCOLATE: Representa la necesidad de placer, particularmente placer sexual o sensual (complacer a tus sentidos con un buen masaje, con más sabores en tus comidas, con música agradable, cosas bonitas que ver, etc.) y el deseo inconsciente de volver a enamorarte. También implica una falta de contacto o conexión con tu parte femenina si eres mujer, o masculina si eres hombre.
• ALIMENTOS PICANTES O MUY CONDIMENTADOS: Representan la necesidad de fuego, de pelea, de sacar de mí todo lo que he reprimido durante mucho tiempo, incluyendo mi parte sensual, “picante” y descontrolada.
• CAFÉ, TÉ Y BEBIDAS CALIENTES: Representa el deseo inconsciente de volver al calor de mamá, al útero, a ese espacio de contención y oscuridad. También indica una necesidad de espacio para ti mismo y de tomarte tiempo para calmar tu mente y tus emociones.
• COMIDA FRITA O CON MUCHA GRASA: Representa la sensación de soledad, insatisfacción o falta de protección, particularmente en el área familiar o de pareja. La comida frita o grasosa nos hace sentir pesados, llenos, incluso saturados e indigestos, tal como nos sentimos después de un problema familiar o una discusión de pareja.
• ALIMENTOS ÁCIDOS: Representan un estado emocional o situación de vida relacionada con algo o alguien “ácido”, algo que está “echado a perder” en tu vida, que ya no te sabe bien y que incluso te trae malos recuerdos.
• ALIMENTOS AMARGOS: Comemos cosas amargas cuando nos quedamos atascados en alguna situación del pasado o en alguna relación que nos “amarga la vida”, o cuando no podemos encontrar nada positivo en nosotros o en lo que nos sucede.
• CARNES BLANCAS: En general, las carnes blancas simbolizan la independencia o liberación de los lazos de sangre, es decir, de los programas de tu árbol genealógico y de tus ancestros.
• CARNES ROJAS: Representan una necesidad inconsciente de sentir que tienes poder o superioridad sobre algo o alguien, así como miedo inconsciente a dejar de existir o a no poder sobrevivir a nivel físico y/o material.
• EMBUTIDOS: Representan una necesidad o deseo inconsciente de querer transformar a tu familia o de “conservar los restos” que quedan de ella.
• FRUTAS: Simbolizan los frutos de la vida, la capacidad de prosperar, de ir hacia adelante y de obtener lo que necesitas en cada momento. Un exceso de consumo habla de un deseo inconsciente de querer que mamá te vea y vea a papá “con buenos ojos”, que se te reconozca como el “dulce fruto” de la unión de ambos.
• LÁCTEOS: La leche es el símbolo de mamá y de los temas relacionados con la maternidad. Representa la necesidad de sentir cerca a tu madre o al aspecto de tu ser que es amoroso, que te nutre, te cuida, te educa y te acepta tal como eres.
• VERDURAS: Simbolizan nuestra conexión con la tierra, con lo que es natural y espacioso y con lo que sentimos más vivo dentro de nosotros. La negación o resistencia a comer verduras simboliza nuestra incapacidad para utilizar nuestros recursos y herramientas, de echar raíces en cualquier lugar.
• CARBOHIDRATOS: Representan la unión familiar, la comodidad y la seguridad de estar en grupo o en masa, de sentirse acompañado, protegido y cubierto en todas tus necesidades y de conectar con el clan familiar. El exceso en el consumo o antojo de carbohidratos (particularmente de pan, galletas y repostería) habla de personas a las que no les gusta o no quieren salir de su zona de comodidad.
• CEREALES Y SEMILLAS: Simbolizan las bondades de la Tierra, la abundancia y el crecimiento. Representan nuestras intenciones, aquello que sembramos y que cosecharemos en el tiempo y que más tarde llamaremos “karma”. Un exceso de consumo o antojo de cereales habla de nuestra incapacidad para convertir los obstáculos en “tierra fértil”.
• AGUA: El agua es el símbolo principal de mamá, del útero y la vida que se forma dentro de él. Si el agua es vida y la vida nos viene de mamá, significa que tu resistencia a tomar agua proviene de tu resistencia a tomar la vida que mamá te dio, esto es, a aceptar a tu madre tal como es y a amar y agradecer de corazón el simple hecho de que ella te haya dado la vida.
• LEGUMBRES: Simbolizan la capacidad de guardar reservas (emocionales, económicas, intelectuales, etc.) y de usarlas en el tiempo y forma más adecuados para nuestro crecimiento. El exceso en el consumo o antojo de legumbres puede representar la sensación de estar “en modo reserva”.
• ALCOHOL: Simboliza memorias de conflictos con mamá, bien porque fue una madre tóxica, o bien una madre ausente a nivel emocional, así como la búsqueda inconsciente de papá (la fuerza para ir hacia adelante en la vida); es la negación a ser un adulto a cambio de seguir siendo un niño irresponsable.
No sé si te habrás dado cuenta que muchos alimentos tienen mucho que ver con la necesidad de amor de papá o mamá.
Si ese es tu caso, aceptar a tus padres, es aceptarte a ti y paso a paso ir sanando muchas heridas que quizás no sabías ni que tenías.
Mirarte con amor, mimarte con amor, aceptarte, dejarte de juzgar para vivir más en paz contigo misma y sanar las heridas que todos tenemos.