¿SÍ o NO?

¿Desde dónde decides?

¿ Qué nos hace decir sí o no a ciertas cosas?

Pues en base a mi experiencia, creo que son nuestras creencias. ¿Nos planteamos realmente si eso que nos están proponiendo es bueno o no para nosotros?

Por ejemplo, no tenemos trabajo y encontramos uno. Por la necesidad, vamos a decir que sí seguro. Porque si os fijáis generalmente es la empresa la que te dice que ya te dirá algo. Y tú solo esperas que te llamen. Y finalmente lo hacen, te dicen que el trabajo es para ti. Empiezas a trabajar, lo das todo, porque no tienes nada. Pero sientes que algo falla en tu interior. Muy probablemente sea tu alma que no esté feliz, porque tú no escogiste ese trabajo, lo hiciste por necesidad, por miedo a la carencia. Y eso lo único que te va a traer es más vacío. Más tristeza. Sientes que gastas día tras día en un trabajo que no te hace feliz, que no te llena, quizás sí, ahora tengas algo de dinero, pero realmente ¿tienes ganas que llegue el lunes? ¿Pero vas a dejar el trabajo?

Otro ejemplo, estás sin pareja y tu objetivo es encontrar pareja porque te sientes sola/a. Te pones en chats de ligue, sales a socializar y finalmente conoces a alguien. Tus ganas de dejar de estar sola o sola son tantas, que te entregas y justificas cualquier cosa para que esa persona se quede a tu lado, aunque algo en tu interior te esté diciendo que no te sientes cómoda/o. Y sí, empiezas a justificar sensaciones desagradables, actitudes que no te gustan. Hasta que llega el día que tu cabeza no para de pensar en cómo salir de esa relación y no tienes ni idea de cómo lo vas a hacer.

Otro ejemplo, alguien te ofrece un producto de gran calidad por poco dinero, aunque no es de marca, pero le dices que no sin pensártelo si quiera, porque no te fías. Alguien te ofrece un negocio en el que no tienes que invertir y aún te fías menos. 

Aunque no estés viviendo alguna de estas situaciones, cuando lo has leído, ¿te has sentido mal? ¿Has podido ver desde donde tomamos las decisiones? 

Crecemos en base a unas creencias que van a condicionar toda nuestra vida. Pero no deberíamos olvidar que son creencias y que por tanto, se pueden cambiar, nos podemos reprogramar, porque esas creencias fueron instaladas por otras personas y nos las creímos sin tan siquiera cuestionarlas.

Entonces, ¿decidimos desde el amor o desde el miedo?

¿Desde dónde decides tú?

¿Entiendes porqué no sentimos equilibrio en nuestra vida? Si escucháramos más a nuestra alma, si nos preocupáramos más de llenar nuestros vacíos con nuestras propias capacidades no nos alejaríamos tanto de nuestro centro, buscando afuera eso que tenemos dentro pero que ni nos damos ni cuenta.

Te recuerdo, tu alma te quiere feliz. Tu mente, viva. Tú decides dónde está tu centro, tu equilibrio.

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