Sé que no es fácil, pero merece la pena.

Soy consciente que mirar adentro para ir a curar heridas asusta, que no apetece, que muchas veces nuestra mente nos va a decir, que no hace falta…

Sé que duele hacerlo, sé que te dirán que el pasado mejor dejarlo ahí, pero no se trata de ir al pasado para rememorarlo sino para aceptarlo y curarlo con amor.

Si lo haces, no va a ser fácil, vas a querer rendirte, vas a perder a personas que prefieren esa versión tuya en la que eres “víctima” de tus circunstancias, vas a llorar y vas a sufrir, sí esa es la pura verdad.

Si lo haces, vas a tener que luchar, a luchar contra tu ego, que aunque él hace su función y te quiere, solo entiende el lenguaje del miedo, y el miedo, te paraliza. Al miedo le gusta que te quedes en tu zona de confort, que aunque no sea buena para ti, él la conoce muy bien y se siente cómodo porque así “controla”.

Pero, si no lo haces, si decides no quererte, no cuidarte, no valorarte, no aceptarte, no mirarte con ternura, te pasarás la vida buscando todo eso afuera y muchas veces no lo vas a encontrar.

Y eso, te aseguro que duele mucho más, porque esa búsqueda no tiene fin. Al contrario que cuando te buscas solo a ti, que sí vas a acabar encontrándote, vas a acabar aceptándote, vas a valorarte, vas a perdonarte, vas a mirarte y a tratarte con ternura, porque ya habrás sanado esas heridas y solo tendrás que aprender a vivir con tus cicatrices, nada más.

Y la vida se volverá más sencilla, más plena, más abundante, más llena de flores que te alegrarán el camino.

Y lo sé, porque cuando lo consigues, cuando consigues amarte, no vas a querer nunca más ser víctima de tus circunstancias y vas a querer vivir, sencillamente vivir y dejar que la vida te lleve dónde necesites estar, para crecer, avanzar y sentir que te puedes amar siempre un poco más y mejor.

Y como bonus de ese gran regalo, vas a aprender a amar mejor a los demás.

¿Te gustaría sentir eso?

#autoestima