¿Realmente eres una víctima?

¿O eres la que lleva el timón de tu vida?

Hoy me paso por aquí para hablarte de algo que no sé si será tu caso, pero seguro que habrá personas que sepan de lo que hablo. 

No pretendo hacerte sentir culpable ni juzgarte, pero me gustaría que te preguntarás esto, ¿Vas de víctima?

Repito, no pretendo hacerte sentir mal, pero creo que preguntárnoslo nos hace bien.

Yo me consideré una víctima. Sí, yo quise que me salvaran porque en mi inconsciente creía que yo no podía salvarme por mi misma.

Cuando digo salvarme me refiero a cualquier ámbito de tu vida en el que no estés sintiendo felicidad, ok?.

Tendemos a pensar que la solución está ahí afuera y por tanto, todos nuestros esfuerzos van destinados a eso, a que nos quieran, nos valoren, nos acepten porque básicamente nos olvidamos completamente de hacerlo por nosotras mismas.

En realidad y lo asumo, es cansado hacer eso. Requiere de un esfuerzo y una valentía considerables.

Y es fácil caer en esa trampa, sencillamente porque tú no crees en ti, no crees que seas capaz, pero creo firmemente que si a otros los ves capaces, tú también puedes.

Pero también te puedo asegurar al 100% que ese reconocimiento, ese amor, esa valoración NUNCA será real si primero no lo has dado a ti misma.

LA VIDA NUNCA TE VA A DAR ALGO SI NO LE DEMUESTRAS QUE ERES CAPAZ DE DARTELO TÚ MISMA.

Por eso no me gustaría que creyeras que estoy juzgándote, sólo estoy compartiendo la opinión de que querer que te “salven” no te va a hacer ningún bien, todo lo contrario.

Te quita poder, porque se los das a alguien de afuera.

A nivel inconsciente si tú te sientes incapaz y una víctima vas a atraer a tu realidad personajes que tengan el papel de agresor para seguir dándole la razón a tu inconsciente. 

Si tú te despojas del poder sobre tu vida y se lo entregas a otro, ese alguien te la puede destrozar, así que, la solución no es ir de víctima.

Te invito a que cada vez que seas consciente de que caes en esa trampa, hagas algo para salir de ahí y empoderarte, buscar ayuda para que te den herramientas pero no para que lo hagan por ti, ni sean otros los que lleven el timón de tu vida.

Si sientes que tienes un problema que no te permite sentir esa felicidad que te mereces, pregunta CÓMO puedes arreglarlo, aprende, busca y cuando hayas encontrado la solución aplícala tú misma, simplemente porque crees que eres capaz y sientes que te mereces sentir que eres feliz sin que nadie condicione tu vida.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *