Obstáculos
Qué haríamos los humanos sin obstáculos?
Creemos que son un engorro, algo con lo que lidiar, pero realmente, si no fuera por ellos, estaríamos donde estamos ahora?
Prefiero no hablar del tema que de una forma u otra ahora mismo nos está afectando a todos. Ya hay mucha información y no quiero potenciar el miedo ni hablar de algo que no sé.
Así que, volviendo al tema del autoestima, me gustaría solo compartir algún que otro pensamiento que se me viene a la cabeza.
Qué hubiera hecho yo si me hubiera gustado mi cuerpo?, independientemente de cuando no me sobraban kilos o no. Hubo una época en que no me sobraban e igualmente, yo no me gustaba a mí misma.
Estaría donde estoy ahora? estaría mejor? peor? Creo que son preguntas con difícil respuesta, porque sencillamente no las sé.
Pero lo que sí sé, es que creo que el viaje interior que empecé a emprender hace un tiempo, hubiera sido muy diferente, si hubiera tenido otro tipo de obstáculos.
Para mí antes tener sobrepeso era como una maldición, algo que hacía que me odiara aún más si cabía. Me juzgaba por no saber comer o por no saber como gestionar mi hambre o por si comía eso o no. Me sentía culpable, hasta mala por disfrutar con la comida. Todo un conjunto de sentimientos negativos que se instauraron en mí como algo que cuesta horrores despegar de mi mente y de lo que siento.
Pero ese viaje que emprendí, ha hecho que en vez de ver el sobrepeso como una maldición o un obstáculo para conseguir la felicidad, lo vea ahora completamente al revés, como una bendición.
Ese «obstáculo» ha hecho que aprenda a quererme, esté como esté. Me sobren los kilos que me sobren, ahora entiendo que mi cuerpo los ha puesto ahí por algo. Quizás para protegerme. Quizás para que aprenda a quererme. Da igual, la cuestión es que ahora no me cambiaría por nadie. Y antes, recuerdo, que me hubiera cambiado por cualquiera.
He aprendido a valorar lo que hace mi cuerpo por mí, lo que me regala cada día. Cientos de placeres que puedo disfrutar desde que me levanto hasta que me voy a dormir. Pero hay uno, imprescindible, que gracias a mi cuerpo puedo realizar y es querer y disfrutar de mis seres queridos, así que eso sin mi cuerpo, le sobren kilos o no, no lo hubiera podido conseguir, sobretodo si hubiera seguido por ese camino de la falta de autoestima. Porque sencillamente, cuando no te quieres, lo único sobre lo que gira tu vida es como ser víctima de ti misma y te aseguro, que eso no lleva a nada bueno, nunca.
Quererse en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, quererse hasta que la muerte te separa de tu cuerpo. Serte fiel y cuidarte. Ese es el verdadero compromiso que tenemos que proclamarnos a nosotros mismos.
Por eso, aunque no sepa como, pero me gustaría que nadie odie a su cuerpo, que nadie lo vea como un obstáculo, que nadie lo maltrate, porque sería como maltratar y odiar a la vida misma.