Cómo procesar las emociones de un aborto
Siguiendo un poco el post anterior https://sanaautoestima.com/secuelas-emocionales-de-un-aborto/ en el que compartía mi honesta opinión sobre cómo se gestiona el aborto en el país en el que vivo, me gustaría recomendar algunos consejos para ayudarte a procesar las emociones, si es que has pasado por un aborto.
Antes que nada, no te culpes, no creo que fuera tu intención pasar por esto de forma expresa, es decir, de alguna manera, el embarazo fue algo no buscado, no me gusta nombrarlo accidente, porque eso sería menospreciar a ese bebé.
Aunque no naciera, necesitas darle su lugar, porque no todo acaba el día del aborto, quizás acaba un “problema” pero sus secuelas probablemente se queden durante mucho tiempo, si no las quieres atender.
Puedes darle su lugar, haciéndole una carta e ir, si puedes junto con su padre, a enterrarla en la tierra y plantando ahí una planta para que, simbólicamente, te demuestres y también le demuestres a tu bebé que esta era la mejor opción que decidisteis para él, pero que eso no significa que no le quisierais.
Luego sé paciente contigo, necesitas ternura, tiempo, cuidados para procesar todo lo que pasó. El tiempo aquí será tu mejor aliado.
Busca de alguna forma qué te ha enseñado la experiencia, probablemente el alma de este bebé acordó tener ese papel tan efímero en tu vida para que tú aprendieses algo. Si no lo haces, el sacrificio que hizo esta pequeña alma habrá sido en balde.
Acepta tus emociones, llora lo que necesites, aunque no permitas que esas emociones se queden demasiado tiempo en tu mente para que no te creen pensamientos de culpa, porque no eres culpable de nada, eres humana y como tal, no podemos dejar de cometer errores una y otra vez, porque esta es la forma en la que aprendemos.
Habla de tus sentimientos con quién sepas que no te va a juzgar, necesitas comprensión incondicional, así que busca a esa persona con la que realmente puedas sentir libre de juicio y culpa.
Escribe un diario para volcar todo lo que tu mente necesite expresar y cuando pienses en tu bebé intenta darle las gracias por el regalo que te hizo, esa lección que seguro aprendiste.
De todas formas, si notas que no estás superando la experiencia, si sientes que sola no puedes, pide ayuda psicológica, no dudes en contactar con quién necesites.