Aportar

Ámate y encuentra tu camino.

Dicen que aportar es la mejor forma para tener impacto en las personas.

Realmente, yo no sé qué aportar.

Mi vida ha sido sencilla y complicada a la vez, pero aun no sé si tiene algún sentido y mucho menos, si podría aportar algo a alguien.

Lo que sí puedo decir es que:

.-Te perdones. Es decir, cuando veas que tienes recurrentemente esos pensamientos de «¿por qué hice eso o aquello?» seguidos de adjetivos peyorativos hacia ti, simplemente, perdónate que los tengas y perdónate lo que fuera que hicieras.

.- Acéptate tal y como eres. Sólo así podrás mejorar, crecer y sentirte cada vez mejor contigo misma. Si no te aceptas, te aseguro que nunca lo conseguirás. El primer paso es ese, ningún otro, así de simple.

.- Ámate, por encima de todas las cosas y de todas las personas. Si tú no estás bien, o no eres capaz de amarte, no podrás amar, ni conseguirás que te amen.

Sé que es fácil decirlo y difícil de hacerlo. Pero es que realmente es difícil, pero una vez le coges el truco y la vida te pone pruebas delante de las narices y dentro de tu alma, tú, poco a poco, vas saltando y derribando esas barreras.

Y es así, como paso a paso, vas sintiendo cada vez una paz en tu interior que no tenías antes. Quizás sea eso la felicidad?.

Aunque, hay una cosa, no esperes que venga nadie de afuera a salvarte, nadie va a hacer nada por ti, a veces, ni pagando lo harán…Sólo tú puedes, sólo tú misma. Aun no sabiendo, aun cayendo mil veces, vuelve a intentarlo, una y mil veces.

A cada caída te van a afectar menos las cosas, porque sencillamente, serás consecuente con quién eres, aunque esa persona no sea la que esperan que seas. Da igual, esa eres tú. Con lo bueno y lo malo. Viviendo y sintiendo la vida en todas sus facetas, con miedo y vulnerable, pero bella porque lo estás intentando.

No hagas lo que los demás esperan de ti si esa versión no eres tú, además, mejor no serlo, te lo aseguro, porque nunca van a estar contentos, nunca van a tener suficiente.

Habrá un día, además, que te darás cuenta que la felicidad no viene de fuera, te darás cuenta que la tenías dentro guardada bajo llave, creyendo que no la entendería nadie.

Porque entiendes que tu tristeza tampoco la entiende nadie, así, que ocúpate de ti misma. De tu tristeza y de tu alegría. Respétalas. Acéptalas.

ÁMATE, porque sólo tienes una oportunidad y te la está dando tu vida cada día. APROVÉCHALA.

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