Ama a tu esencia y no a tu ego.

Es muy fácil caer en la creencia de que somos nuestro personaje.

Tenemos que pensar que nuestro personaje se ha creado en base a sus experiencias vitales y sobre unas heridas no sanadas, pero esas heridas las que nos conectan con el trauma y eso provoca miedo.

Las tres respuestas biológicas al miedo son, o huir, atacar o quedarse inmóvil.

Por tanto, tenemos que entender que tu «personaje» (ego) reacciona a ese miedo en alguna de esas formas y construye tu vida en base a los recursos que él tiene para «defenderte».

Cuando yo entiendo eso es ahí cuando puedo empezar a DECIDIR a quién quiero amar y desde dónde quiero vivir mi vida. Además me puedo desligar de las exigencias de mi ego para sentirme amada, válida y protegida, porque no hay condicionantes externos, solo existe una simple DECISIÓN tomada por mí conscientemente.

Eso no significa que no deje de trabajar en mí, si no, simplemente en que puedo ACEPTARME y AMARME desde quién soy en realidad, desde mi esencia, independientemente de lo que haga o me diga mi ego.

Y es entonces que yo puedo dominar a mi ego y no dejar que me haga daño con autoexigencias, juicios… etc y puedo ser yo la que domine a mi ego para que me ayude a vivir una vida más plena llena de amor y abundancia, a pesar de sean cuáles sean mis circunstancias.

Si amo a mi esencia siempre voy a poder vivir mi vida desde la aceptación, pero si amo a mi ego no podré sentir esa aceptación y paz porque nunca voy a conseguir la excelencia en ninguna faceta ya que siempre van a existir condicionantes internos o externos que no me lo permitan.

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